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Fitoterapia china: Naturaleza - Sì xìng 四性



Naturaleza - Sì xìng 四性


Sì xìng 四性 significa "cuatro naturalezas" o "esencias". Esta categoría a veces es también llamada Sì qì 四气, que se traduciría como "cuatro energías".

Indica la capacidad dinámica energética de la planta o materia, en algunas traducciones se la nombra como “temperatura” (ya que la clasificación es caliente-tibia-neutra-fresca-fría y nos hace pensar en eso), sin embargo eso es un error de interpretación. No es realmente una cuestión “térmica” en sí, sino de sus cualidades funcionales Yin o Yang, su comportamiento en cuanto a generar movimiento y acelerar, o enlentecer y frenar procesos del cuerpo. Este pensamiento Yin Yang se ve claramente al notar que originalmente eran 4 naturalezas: Caliente-tibia (Yang) y Fresca-fría (Yin). El intermedio Neutro fue una adición posterior de las materias que no tiene una característica definida hacia uno u otro lado.


En un pensamiento intuitivo podríamos decir que si tenemos un síndrome de calor necesitaremos plantas frescas o frías, y si fuera un síndrome de frío usaremos plantas tibias o calientes. De hecho esa afirmación se encuentra en diversos textos clásicos. Sin embargo este no es siempre el caso, aunque muchas veces puede ser de gran utilidad, especialmente en situaciones agudas/recientes.

Una forma de explicar por qué no estamos hablando de temperatura es que una materia caliente aliviará signos de frío pero no necesariamente aumentará la temperatura corporal de la persona, y una planta fría frenará signos de calor, incluso fiebre por ejemplo, pero no hará que la persona sienta frío o le baje la temperatura más allá de la temperatura normal del cuerpo.


De todas formas tendremos que tener en cuenta no pasarnos con la intensidad, por ejemplo, en un caso de calor o fuego de estómago, tendremos mucho cuidado al usar plantas muy frías para no “congelar” el estómago, que sabemos debe estar calentito para funcionar bien y por eso en medicina china se desaconseja la ingesta de bebidas frías (en este casó sí hablamos de temperatura). Para evitar esta contundencia elegiremos plantas más bien frescas, o en caso de elegir plantas frías buscaremos un balance agregando a la fórmula plantas que nos sirvan para minimizar esos efectos sin perder los que sí nos interesan, y de todas formas no las elegiremos simplemente porque sean de naturaleza contraria, aunque podría ser el caso. Sin embargo esto no es siempre necesario, ya que no todas las plantas frías dañan el estómago, por eso es tan importante la valoración de cada materia en particular.


No hay que confundirse pensando en que al combinar una planta caliente con una fría obtendremos un resultado neutro indefectiblemente, no hay que pensar estas interacciones en términos de temperatura. Muchas veces al usar plantas frías y calientes una prevalecerá por sobre la otra, dependiendo de la contundencia de esa materia, también dependerá de la estación del año, de la hora en que se tome la fórmula y del estado de esa persona en particular. Incluso variará dependiendo de la forma de preparación de la planta, si es en cocimiento, en tintura madre, si la planta está cruda o ha sido preparada (tostada, salteada, en miel, en vino, gránulos, etc), todas esas variantes modifican la energía y propiedades.


Cuando combinamos materias no pensamos simplemente en contrarrestar o equilibrar sus naturalezas (aunque sí podemos elegirlas en función de su capacidad de evitar o disminuir efectos muy contundentes que no son de nuestro interés en ese caso puntual), sino generalmente en que cada una actúe sobre diferentes partes del organismo según se necesite, de forma armónica, ya que muchas veces buscamos acciones distintas según el sistema sobre el que queramos actuar, esto es especialmente necesario cuando queremos trabajar sobre un signo agudo y al mismo tiempo es fundamental tratar el terreno debilitado que permitió esta situación, es decir, sobre el desequilibrio crónico. Por ejemplo en una misma fórmula podemos por un lado enfriar el hígado, pero al mismo tiempo aportarle calor al riñón, para esto será fundamental conocer el tropismo y dirección de las materias.


También es importante tener en cuenta que cada planta debe entenderse en sí misma más allá de su categoría orientativa. Al haber sólo cinco divisiones, es fácil darse cuenta de que no hay sólo cinco tipos de efectos posibles, hay diferentes tipos de “caliente”, diferentes tipos de “frío”, etc.


Por otro lado debemos saber que naturaleza y sabor van de la mano, entre ambas características podemos entender la esencia principal de cada planta. Se dice que la naturaleza es la cualidad más Yang y el sabor la más Yin. Entender bien estos dos conceptos ayuda a comprender el tropismo y la dirección. Los libros clásicos solían mencionar sólo estas dos características en sus recopilaciones de materia médica, naturaleza y sabor. En algunos textos se estudian las características combinadas, por ejemplo las materias calientes y picantes por un lado, las calientes y dulces por otro, etc.


Estas categorías merecen una amplia comprensión, siempre que se lee algo nuevo se aprende algo nuevo, a seguir profundizando!


Luego de terminar con las categorías generales podemos escribir sobre cada uno en particular.

En una próxima publicación seguiremos hablando de Sabor – Wèi 味.