Brotes y germinados

¿Por qué son buenos los brotes?
La energía de las plantas comienza a "apagarse" cuando son cosechadas. La energía de esa planta circula normalmente en toda su anatomía, pero una vez que es cortada o separada de la planta madre la energía empieza a profundizarse gradualmente, a "meterse más adentro", se prioriza el interior así como en el ser humano cuando sufre de hipotermia: el cuerpo manda el poco calor que tiene al centro del cuerpo para garantizar las funciones orgánicas, dejando en segundo plano las extremidades que no son consideradas "vitales". Lo mismo sucede con las plantas: la energía que va quedando prioriza almacenarse en la semilla, que es de donde deberá luego brotar vida nueva. Esta es la razón por la que las semillas son una fuente tan nutritiva de alimento, en ellas yace todo el potencial energético y nutricional de la planta entera.
Una vez que esa semilla comienza a germinar, toda esa energía almacenada se pone en marcha y se encuentra concentrada en ese pequeño brote: Cada germinado tiene energía viva y activa, es como comer un bocadito de Qi. :)
Al tener energía viva son ideales para gente que tiene una dieta muy yangnificada (excesivamente caliente, con muchos hidratos de carbono refinados, abundante en alimentos de síntesis, deficiente en verduras, frutas y legumbres, etc), específicamente para gente que sufre de acidez, reflujo, estreñimiento, mal aliento, etc. En general le vienen bien a cualquiera, todos deberíamos incorporar brotes a nuestra alimentación, ya que en general nuestra sociedad consume muchos productos industriales, refinados, modificados, con agregados y no frescos. Los brotes son la posibilidad de comer alimentos frescos a diario y con energía viva sin la necesidad de tener una huerta.
Hay que tener en cuenta que siempre es mejor prepararlos uno mismo, porque en el supermercado venden bandejitas con brotes de soja, pero no sólo son de un solo tipo, sino que están hechos hace mucho tiempo: esos brotes muy probablemente ya estén muertos. Su energía vital lógicamente no es la misma.

No sólo están llenas de energía, sino que tienen muchos otros beneficios para la salud.
Contienen:
• Aminoácidos esenciales.
• Beta carotenos.
• Oligoelementos.
• Enzimas.
• Vitamina B.
• Vitamina C.
• Vitamina E.
• Vitamina K.
• Clorofila.
• Calcio.
• Hierro.
• Potasio.
Sus propiedades más importantes son:
• Regular el metabolismo.
• Fortalecer el sistema inmune.
• Depurar los tejidos y la sangre.
• Regular el sistema nervioso.
• Son antioxidantes.
• Mejoran la digestión.
• Mejoran los procesos intestinales, mejoran el estreñimiento, y reconstituyen la flora intestinal.
• Bajan el colesterol.
• Preservan la salud y evitan el envejecimiento prematuro.
Algunas opciones para hacer germinados:
• Alfalfa: Tiene vitaminas A, B, C, E, K. También contienen calcio, hierro, selenio, zinc, potasio, y magnesio. Aportan los aminoácidos más importantes, son excelentes para levantar la energía cuando hay cansancio extremo, y tienen muy buen sabor (son mis favoritos!).
• Arroz integral:Tiene vitamina B, fósforo, potasio, magnesio, sodio, calcio y silicio. Nutre huesos y dientes.
• Fenogreco: Purifica la sangre y los riñones, fortalece el organismo y mejora el estado de ánimo, estimula las funciones digestivas y hepáticas. Tiene mucho fósforo y hierro.
• Garbanzos: son ricos en carbohidratos, fibra, calcio, proteínas, magnesio, potasio y vitaminas A y C. No producen gases durante la digestión.
• Lentejas: Protegen contra el envejecimiento prematuro, son altamente ricas en proteínas, hierro y vitamina C.
• Porotos Mung: son ricos en vitaminas A, C, y complejo B. También son muy sabrosos, hay que tener cuidado de que no se pudran en el proceso.
• Semillas de calabaza: contienen proteínas, vitamina E, fósforo, hierro y zinc.
• Semillas de girasol: ricas en proteínas, grasas insaturadas, vitaminas B y E, calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio.
• Sésamo: buena fuente de fibra, proteínas, vitaminas B y E, magnesio, potasio, hierro, fósforo y calcio.
• Trigo: es rico en proteínas, magnesio, fósforo y vitaminas B y E. Es remineralizante.
Cómo preparar tus propios germinados:
1- Poner una cucharada de semillas en un frasco de 360 cc por ejemplo, al crecer multiplican su tamaño y necesitan tener mucho espacio para crecer, sino es muy posible que se pudran en el proceso ya que no podrán escurrir bien.
2- Llenar el frasco de agua y dejar en remojo unas horas, puede dejarse a la noche antes de dormir y escurrir por la mañana, en promedio se dejan entre 6 y 12 horas.
3- Para escurrir se cubre la boca del frasco con un tul o tela de gasa y se sujeta con una gomita elástica. Se voltea el frasco y se lo deja boca abajo o en un ángulo de 45°, lo suficientemente inclinado para que se escurra toda el agua (dependerá de la forma del frasco). Pueden dejarse en el escurridor de platos, que suelen tener esa inclinación, sino buscar la forma de que quede hacia abajo durante el día. Tener la precaución de dejarlo en un lugar donde no le de pleno sol, y que sea un espacio fresco y limpio.
4- Dos o tres veces al día llenar el frasco de agua e inmediatamente escurrir, volviéndolo a dejar boca abajo hasta la próxima "remojada".
5- A partir de los 2-3 días ya comienzan a germinar, hay que esperar a que tengan al menos 1 cm de largo, esto sucede al cabo de 7 días generalmente, depende de la semilla.
6- Una vez que tienen el tamaño deseado se sacan y se dejan una hora en una bandeja al sol, para que tomen color verde y se active la clorofila. Tienen que estar bien escurridos antes de guardarlos, para que no se pudran ni les salgan honguitos. Pueden comerse de inmediato o guardarse en la heladera para futuras comidas. Duran una semana más o menos, aunque es mejor comerlos pronto, ya que una vez que interrumpimos el proceso de germinación el brote muere, y su energía se va perdiendo progresivamente, así como sucede con los brotes que venden en el supermercado.
7- Como tardan una semana más o menos en estar listos, es conveniente armar un sistema en que a media germinación comenzamos una nueva tanda, de esta forma siempre tendremos brotes listos para comer.
8- Hasta que le agarramos la mano pueden no salir bien algunas tandas, de a poco le vamos a ir agarrando la mano a la temperatura de nuestra casa, la cantidad de escurrimientos, las horas de remojo, etc. Hay algunas semillas que son más delicadas, como el poroto mung que suele pudrirse si se lo remoja mucho. También hay semillas que siempre salen bien como las de fenogreco. Hay que probar diferentes sabores y cualidades nutricionales, mientras más mejor!